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Mientras tanto, ¿qué lugar del mundo te gustaría visitar más que ninguno?

Este es el motivo por el que cree la plataforma de firmas digitales allsign

Publicado el: 1/1/2024

Todo comenzó en aquel inquietante 2020, un año marcado por incertidumbres globales que reflejaban, sin saberlo, la tormenta que se avecinaba en mi propia vida. Cerraba entonces un proyecto de desarrollo de software de gran envergadura, una obra maestra tecnológica que había consumido noches enteras de café y código, iluminadas solo por la luz tenue de mi monitor y la promesa de éxito.

Con una confianza que rozaba la arrogancia, imprimí un contrato estándar, un simple formulario que había adquirido de un abogado. En mi mente, era un mero trámite, un formalismo para sellar lo que ya consideraba un éxito. Lo que no sabía era que aquel pedazo de papel se convertiría en el núcleo de una tormenta inminente.

Seis meses más tarde, tras entregar el proyecto, el cliente pidió nuevos cambios, aquellos que estaban fuera del alcance acordado. Con firmeza, le recordé los límites de nuestro acuerdo, señalados en el contrato. Pero él, con una frialdad y una actitud despiadada, afirmó que nunca habíamos firmado tal documento. La mentira cayó sobre mí como un cubo de agua helada, Aun así, repliqué con seguridad, aferrándome a la certeza de que sí se había firmado un contrato, y me apresuré a buscarlo en mi oficina.

El destino, en un capricho cruel, me tenía preparada una ironía devastadora. Había olvidado el incidente durante una lluvia torrencial, una de esas que azotan Monterrey cada par de años. Para mi sorpresa y desesperación, encontré el contrato, pero no como lo había dejado, sino como un montón de papel mojado e ilegible, destruido por una inundación inadvertida.

El cliente, indiferente a mi desdicha, se hizo de la vista gorda. Un conflicto se cernía sobre mí, no solo por no ser precavido y no resguardar adecuadamente mi contrato, sino también por enfrentar la negación rotunda del cliente sobre su existencia. En ese momento, comprendí la gravedad de mi situación, pero también nació en mí una determinación férrea.

Comencé mi investigación, sumergiéndome en el mundo de las firmas digitales y sus requisitos legales en México. Integré todos los seguros necesarios para que tuvieran validez oficial, convirtiendo mi adversidad en una oportunidad. Así nació AllSign, no solo como una solución a mi problema, sino como un faro de seguridad y legalidad para otros.

AllSign se concibió desde la adversidad, nacido de la necesidad de una plataforma que permitiera firmar documentos digitalmente con total validez legal en México. Desarrollamos una herramienta que no solo ofrecía firmas digitales, sino también verificación de identidad a través de pruebas biométricas comparando el rostro del firmante con su INE, registros de auditoría detallados y time stamps que garantizan la integridad y la fecha exacta de la firma.

Entendimos que los negocios modernos necesitan flexibilidad y escalabilidad. AllSign permite firmar documentos con la opción de agregar firmas ilimitadas, adaptándose a las necesidades tanto de pequeñas empresas como de grandes corporaciones.

Este incidente personal se convirtió en una llamada de atención, un punto de inflexión en mi carrera profesional. A través de AllSign, estoy comprometido a asegurar que otros no tengan que aprender esta lección de la manera difícil. Mi objetivo es que AllSign sea un aliado confiable en la gestión de documentos, proporcionando seguridad, legalidad y eficiencia en cada firma.

AllSign, por lo tanto, no es solo el resultado de una experiencia desafortunada, sino el nacimiento de una solución que busca transformar y facilitar la manera en que las empresas y los individuos realizan y aseguran sus transacciones más importantes. Con AllSign, estamos avanzando hacia un futuro más seguro y eficiente, donde la confianza y la tranquilidad son la base de cada acuerdo.

Este es el motivo por el que cree la plataforma de firmas digitales allsign